La vida humana como la de cualquier ser viviente, está supeditada a las leyes naturales, que son verdaderos imperativos vitales.
La Escuela Naturista sostiene un principio moral universal aceptable por todas las personas, cualqueira que sea su filosofía o sus creencias. El fundamento de esta moral es el derecho que tiene cada ser a la mejor conservación y expansión de su propia existencia.
De acuerdo con este principio, la definición acerca del bien y el mal, sobre la que tanto se ha discutido, es cosa sencilla: Bien es todo lo que favorece la mayor conservación, expansión y reproducción de la vida; mal es lo que tiende a un resultado opuesto. Esta división es paralela a la distinción entre las fuerzas de construcción y fuerzas de destrucción.
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